Médico anestesista: estudios y sueldo
3 marzo, 2018 - Alberto Gomez Aviles
El ámbito sanitario es uno de los que alberga una mayor oferta laboral. Tiene una variedad muy amplia porque aúna a un gran número de cuerpos y especialidades que demandan la llegada de profesionales cualificados todos los años. Si lo que interesa es saber cómo ser anestesista, en este artículo vamos a repasar las principales claves de este puesto de trabajo que, ciertamente, es uno de los más importantes de la medicina porque el papel que desempeñan los anestesistas es muy importante, ya que cumplen su cometido en situaciones que pueden llegar a ser peliagudas como intervenciones quirúrgicas de envergadura.
Tabla de contenidos
¿Qué hace un anestesista?
Como hemos apuntado con anterioridad, la tarea que desempeñan los anestesistas se debe tener muy en cuenta. Se trata de médicos que tienen la especialidad de anestesia y que, al margen de en las intervenciones relacionadas con la cirugía, participan en otros campos como los que buscan paliar el dolor de larga duración. Por lo tanto, los anestesistas participan también en cuestiones relacionadas con los cuidados intensivos. Los compañeros de trabajo de los anestesistas acostumbran a ser los cirujanos, los enfermeros y demás profesionales de otros cuerpos sanitarios, pero que por lo general están adscritos al departamento de cirugía de los hospitales, ambulatorios, centros de salud o clínicas.
El papel que desempeñan los anestesistas suele tomar protagonismo en situaciones delicadas como las urgencias, cuando se requieren reanimaciones o tareas de soporte vital avanzado. Además, con independencia de que la cirugía que vaya a recibir un paciente sea mayor o menor los anestesistas tienen que intervenir para suministrar la dosis exacta que resulte necesaria para sedar a la persona que lo requiera para someterse a una intervención.
La relación que tenga el anestesista con los pacientes resulta beneficioso para ambas partes porque el primero ya intervendrá en la evaluación clínica previa al tener como responsabilidad comprobar con un alto grado de certeza que el paciente está lo suficientemente sano como para poder hacer frente con las garantías deseadas a la operación a la que se debe someter. Por ello, resulta muy importante que el anestesista valore todos los factores de riesgo que pueden confluir en una persona, así como tratar de prever las dificultades que se pueden presentar. También es función del anestesista explicar el tipo de anestesia que suministrará y atender a las dudas al respecto que le pueda plantear el paciente, que será siempre el gran protagonista de estas situaciones.
Aspectos como el tipo de intervención quirúrgica que va a recibir el paciente, su estado físico, el equipamiento, el personal y los medios de los que disponga el hospital en el que se va a llevar a cabo la operación son cuestiones que pueden influir a la hora de que el anestesista se decante por suministrar uno u otro fármaco, el cual, podrá administrar de diferentes maneras. Por otra parte, será obligación del anestesista explicar al paciente las diferencias de cada método y pormenorizar las ventajas y posibles inconvenientes.
En los instantes previos a la operación en el quirófano es cuando el anestesista debe preparar la anestesia. Es común que lo haga con el soporte del algún trabajador del cuerpo de enfermería o de algún médico perteneciente al departamento de cirugía. Dentro de la sala de anestesia, el paciente lo más normal es que se encuentre en una camilla o una cama. El anestesista suele llevar puesto un mono sanitario de algún color y el pelo cubierto con un gorro por motivos de higiene.
Antes de suministrar la cantidad acordada de anestesia al paciente, resulta muy recomendable que el anestesista le realice un último examen médico previo a la intervención para descartar algún tipo de anomalía que pueda entrañar problemas posteriores. Los anestesistas son los encargados de suministrar a quien lo requiera sangre, fármacos, sal o azúcar en función de la situación. Lo más habitual es que el anestesista suministre lo necesario al paciente valiéndose de una aguja que se introduce en el cuerpo en la mano o en el brazo.
Una vez que el paciente se encuentra en la mesa del quirófano en la que va a ser intervenido, el papel del anestesista también es importante porque tendrá como cometido supervisar al paciente, el procedimiento quirúrgico y el equipo de monitorización para controlar que los índices de oxígeno, el ritmo cardíaco y la presión sanguínea se encuentran correctamente. De esta manera, se puede controlar si se está produciendo alguna anomalía en el cuerpo del paciente.
Asimismo, el anestesista se puede valer del gas para suministrar al paciente fármacos que mantengan sedada a la persona o también otros componentes como analgésicos o antibióticos, así como otros compuestos que ayuden, por ejemplo, a rebajar la sensación de náuseas que pueden aparecer en algunos pacientes. Además, los anestesistas también pueden administrar algunos relajantes musculares que pueden llegar a detener por completo la respiración del paciente. Estos casos se dan en ocasiones en pacientes que reciben una anestesia general y se les conecta un respirador que tiene como cometido sustituir a la respiración natural del paciente.
Una vez concluida una operación, los anestesistas volverán a intervenir para suministrar tratamientos orientados a tener a raya en la medida de lo posible el dolor postoperatorio. Lo puede hacer por medio de pastillas, cápsulas, inyecciones o líquidos. En esta fase, y en función del tipo de intervención que haya recibido el paciente, los anestesistas pueden trabajar de la mano con profesionales de disciplinas como ortopedia, cardiología, traumatología, pediatría y en la asistencia a mujeres embarazadas en el momento del parto (Post relacionado «Artritis reumatoide. ¿Qué es y cómo se trata?»).
Requisitos para ser anestesista
El primer requisito que deben cumplir los interesados en ser anestesistas es estudiar y aprobar los estudios de medicina, que presentan una duración de 6 años en los que el alumno debe aprobar un total de 360 créditos. Después, los estudiantes tienen que hacer frente a la formación específica, conocida en el ámbito sanitario como MIR, y que consta de 4 años de duración en el caso de la especialidad de Anestesiología y Reanimación. Una vez concluida con éxito la especialidad, los candidatos logran la titulación necesaria para dedicarse profesionalmente al trabajo que venían realizando durante la fase del MIR.
Salario de un anestesista
El sueldo medio que cobra un anestesista en España se desenvuelve en una horquilla que oscila entre los 65.000 y los 76.000 euros. Esto se traduce en que los profesionales perciben un salario medio bruto al mes que está entre los 4.650 y los 5.500 euros repartidos en 14 pagas a lo largo del año. El sueldo final de un anestesista dependerá de cuestiones como la antigüedad que tenga el profesional y los complementos con los que pueda completar su nómina.
Cursos para ser anestesista
Formación Alcalá
Uno de los cursos de anestesista más completos que existen en el mercado es el que lleva por título «Experto en Anestesiología, Sedación y Reanimación» que ofrece Formación Alcalá al precio de 995 euros y con la posibilidad de financiar el pago. Se trata de una enseñanza totalmente online dirigida a graduados de la rama sanitaria. Se oferta una formación de 525 horas repartidas en 21 créditos.
Universidad San Jorge
Otra opción para cursar una formación online para anestesistas es la que ofrece la Universidad San Jorge. Se trata de la enseñanza que lleva por título «Anestesiología en Enfermería y Unidades de Recuperación Post-Anestésica (URPA)». El temario se divide en 3 módulos diferenciados que se abordan a lo largo de 150 horas de clases online.
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