Cómo ser paleógrafo. Requisitos, sueldo y cursos
26 julio, 2018 - Alberto Gomez Aviles
La mejor forma de convertirse en paleógrafo es haciendo una apuesta por una formación de calidad. Los interesados en dedicarse profesionalmente a la paleografía deben tener interés por disciplinas como la historia, la lengua, la literatura y las humanidades. Esto se debe a que un paleógrafo trabajará con escrituras antiguas estudiándolas y traduciéndolas.
Por tanto, los requisitos para ser paleógrafo son básicamente los que dictan que los interesados tienen que estudiar y formarse para ello. El grado que más útil puede resultar para los que deseen dedicarse a la paleografía es el de historia.
En cuanto al sueldo, un paleógrafo cobra en España una media de 16.000 euros netos al año, lo que significa que su retribución neta mensual se sitúa en los 1.200 euros. Además, al margen de los estudios universitarios, también existen en el mercado cursos para los que quieran profundizar en el mundo de la paleografía. Existen másters muy interesantes para aquellos que pretendan conocer con detalle las funciones del paleógrafo.
Tabla de contenidos
Qué hace un paleógrafo
Los paleógrafos, por ejemplo, tienen como objetivo saber interpretar y traducir las abreviaturas que los escribas de épocas pasadas empleaban para agilizar su escritura y ocupar menos espacio en la elaboración de sus textos. Un paleógrafo debe tener la capacidad suficiente como para comprender de una forma plena esos textos y dominar la tipografía de las letras, las abreviaturas y los signos de puntuación que se empleaban en el pasado en otras culturas.
Por lo tanto, estos profesionales tienen que conocer con detalle el idioma del texto sobre el que van a trabajar. De esta manera, un paleógrafo que tenga como lengua materna el español, el alemán, el inglés o el francés tiene que aspirar a ser un auténtico experto sobre la evolución y formas anteriores que han tenido esos idiomas, así como entender e interpretar los cambios que han experimentado con el paso del tiempo.
Los estilos que acompañan a la escritura a mano también son objeto de conocimiento por parte de los paleógrafos. De igual manera, las costumbres, los usos históricos y las abreviaturas o apuntes notariales son otros aspectos que están presentes en la paleografía y que las personas que se dedican a ella deben conocer.
Los paleógrafos se centran en el estudio de las escrituras históricas, pasadas y antiguas por medio del análisis de los procesos y las formas que se empleaban para realizar los manuscritos sin necesidad, en muchos casos, de entrar en el contenido textual que presenten los escritos. Un paleógrafo debe ser capaz de determinar la metodología con la que se llevaron a cabo las escrituras, libros y documentos objeto de estudio.
La paleografía también pone el foco en otras cuestiones como fijar la fecha de elaboración de los textos estudiados y ser capaz de descifrar, leer y establecer el contexto social y cultural en el que se realizó el documento. El conocimiento de estos detalles contribuye en muchas ocasiones a determinar el por qué de los manuscritos y señalar su importancia dentro de la historia.
Conocimientos previos
Para poder realizar con suficiencia todos estos pasos, el paleógrafo debe atesorar un conocimiento previo sobre la gramática, el vocabulario y el lenguaje de los textos históricos. En ese proceso de evaluación tiene mucha importancia la filología. Además, el contexto y todo lo que rodea a una escritura ayuda también a que se conozcan el momento dentro de la historia o el lugar exacto en el que fue escrito. Asimismo, cuantos más detalles logre conocer sobre un documento el paleógrafo más fácil tendrá que detectar falsificaciones o escritos que no tengan el debido rigor histórico.
Dentro del trabajo que desarrolla el paleógrafo, también se encuentra el de conocer los diferentes materiales en los que se realizaban las escrituras antiguas. Este aspecto también tiene su cuota de importancia para identificar el periodo en el que un texto fue redactado. Esto es vital para conocer la época y el lugar del manuscrito, así como el estilo empleado y las letras utilizadas.
Como ya hemos señalado, el trabajo del paleógrafo debe atender también a los criterios necesarios para determinar la autenticidad de un documento y si el texto objeto de estudio es un borrador o un original. Este aspecto tiene importancia para determinar si un documento tiene peso en la historia o no lo tiene. También se trata de una medida para evitar esfuerzos innecesarios como el que puede provocar que un paleógrafo estudie un escrito que después resulte que carece del peso necesario dentro de la historia. En el proceso de verificación actúa de forma fundamental el conocimiento previo que tenga el profesional sobre la materia a estudiar.
Requisitos para ser paleógrafo
Los requisitos que deben atender las personas interesadas en convertirse en paleógrafos son los que tienen que ver con la formación. Estos profesionales tienen que estudiar previamente antes de dedicarse a la paleografía. Debido a que un paleógrafo trabajará con escrituras antiguas y buscará su sentido y conocer su historia, el grado universitario más útil para ser paleógrafo es el de historia.
De igual manera, previamente es aconsejable que el interesado haya cursado el bachillerato de humanidades y tenga un especial cariño por materias como la lengua y la literatura. Esto es así porque permitirá al estudiante familiarizarse con textos similares a los que después tendrá que analizar como paleógrafo.
Sueldo de un paleógrafo
Un paleógrafo cobra en España una media de 16.000 euros netos al año. Esto significa que el salario mensual se sitúa en los 1.200 euros netos aproximadamente. No obstante, el sueldo de estos profesionales también puede variar en función de aspectos como la antigüedad que atesore el trabajador o el lugar en el que desarrolle sus servicios. Por ejemplo, no tendrá la misma retribución un paleógrafo que trabaje para una empresa privada que otro que esté contratado por una fundación, institución u organización pública.
Cursos de paleografía
Universidad Complutense
Uno de los cursos de paleografía más interesantes que existen en la actualidad dentro del mercado es el «Máster en Patrimonio Histórico Escrito» que organiza la Universidad Complutense de Madrid por medio de su Facultad de Geografía e Historia. Se trata de una enseñanza que presenta un precio de 3.200 euros y que tiene un año de duración a través del que los alumnos reciben formación equivalente a 60 créditos. Es un máster oficial y las clases tienen lugar en la capital de España.
Liceus
Otra opción interesante es el curso llamado «Paleografía Documental Hispana». Es una enseñanza online que tiene 50 horas de duración y presenta un precio de 100 euros. La mayoría de lecciones tienen lugar por medio de videoconferencias y los alumnos tienen libertad para pactar con la organización el comienzo de las clases. Este curso es un título propio de Liceus que se encuentra acreditado por la ANCED (Asociación Nacional de Centros E-Learning y a distancia).
Fundación Ciencias de la Documentación
La Fundación Ciencias de la Documentación pone en liza el curso en modalidad online que tiene por título «Transcripción Paleográfica de Textos Modernos en España e Hispanoamérica (siglos XV al XVIII)». Tiene un precio de 90 euros. Es un seminario online que presenta una duración de 35 horas. La organización aconseja a los interesados en este título que puedan dedicarle un mínimo de dos horas diarias al estudio del curso.
La Fundación Ciencias de la Documentación también organiza el curso denominado «Introducción a la Paleografía. Nociones Fundamentales para Acercarse a las Letras Antiguas». Tiene un precio de 90 euros. Se imparte en modalidad online y tiene una duración de 35 horas. Aquellos que superen este seminario recibirán un certificado acreditativo que demuestre que el alumno ha sacado provecho al estudio de esta enseñanza.
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